Las gotas de lluvia
golpean el techo
que cubre
mis sábanas muertas,
bajo ellas
oculto mi mirada quebrada,
donde habita el reflejo
de fantasmas
que anoche fueron sueños
y hoy llantos apagados;
en la calle
el frío hiela las hojas
de los árboles
y una suave neblina
hiere la luz
de la ciudad;
en mí,
la oscuridad teje
sus hilos de muerte
y me precipita
hacia mi depravado hogar
lunes, 20 de abril de 2009
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